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NASA descubre que podría haber vida más allá de la Tierra
Foto de ABC

El telescopio espacial Hubble de la NASA ha encontrado la mejor evidencia hasta ahora de un océano subterráneo de agua salada en Ganímedes, la luna más grande de Júpiter. Se cree que este océano tiene más agua que toda el agua que hay en la superficie de la Tierra.

NASA descubre que podría haber vida más allá de la Tierra - ganímides_2
Foto de la NASA

Localizar agua es crucial en la búsqueda de mundos habitables más allá de la Tierra y para la búsqueda de la vida tal como la conocemos.

“Este descubrimiento marca un hito significativo, destacando lo que el Hubble puede lograr”, dijo John Grunsfeld, administrador asociado del Directorio de Misiones Científicas de la NASA en Washington. “En 25 años de estar en órbita, el Hubble ha hecho muchos descubrimientos científicos en nuestro sistema solar. Un profundo océano bajo la corteza helada de Ganímedes abre posibilidades más interesantes para la vida fuera de la Tierra”.

NASA descubre que podría haber vida más allá de la Tierra - telescopio_hubble
Foto de Astromia

Ganímedes es la luna más grande de nuestro sistema solar y la única luna con su propio campo magnético, lo que provoca que se generen auroras, que son cintas de gas brillante, caliente electrificado, en regiones que circundan los polos norte y sur de esta luna.

Al observar el movimiento de balanceo de los dos auroras, los científicos fueron capaces de determinar que existe una gran cantidad de agua salada bajo la corteza de Ganímedes, que afecta a su campo magnético.

Los científicos estiman que el océano tiene una profundidad 100 kilómetros – 10 veces más profundos que los océanos de la Tierra – y está enterrado debajo de una corteza de hielo de 150 kilómetros.

Los científicos sospecharon por primera vez un océano en Ganímedes en la década de 1970. La misión Galileo de la NASA midió el campo magnético de Ganímedes, en 2002, proporcionando la primera evidencia que apoya esas sospechas. La nave espacial Galileo tomó breves mediciones del campo magnético en intervalos de 20 minutos pero sus observaciones eran demasiado breve para detectar claramente el vaivén cíclico del campo magnético secundario del océano.

Con información de la NASA