Elecciones 2024
Elecciones 2024

Los recientes acontecimientos en México se pueden explicar de varias maneras. La tragedia de Iguala despertó una indignación que no se había visto en muchas décadas y, a pesar de que ocurrió en municipios y estado bajo el control de partidos distintos al del presidente, los ciudadanos reaccionaron contra todo un sistema político en el que vieron al presidente como el símbolo de dicho sistema. Una crónica de cómo se llegó a este estado.

1.- En el 2000, pese a que el país crecía a buen ritmo, el ciudadano votó para sacar al PRI de la presidencia debido a los niveles de CORRUPCIÓN y como un castigo por decisiones que afectaron su economía, como la devaluación en 1994 y el incremento del IVA de 10 a 15 por ciento.

2.- El primer gobierno de alternancia llegó con la idea de “cambio”, que para el ciudadano se traducía en eliminar la corrupción; el encargado de combatirla llegó con una promesa: “atraparemos peces gordos”. Sin embargo, eso no sólo no ocurrió sino que aparecieron nuevos signos de esa corrupción, se acusó de nuevo a la familia presidencial de estar involucrada en conflictos de intereses y quedó ahora la sensación no sólo de corrupción sino de IMPUNIDAD, al no atrapar a un solo pez gordo como prometieron. La presidencia de Fox permitió que los gobernadores y alcaldes se volvieran señores feudales que hacían y deshacían en sus territorios manejando presupuestos y endeudándose a su antojo, lo cual generó mayor corrupción al tener recursos altos y arcas abiertas.

3.- Al darse cuenta los políticos de que las gubernaturas eran patente de corzo para manejar a su antojo los recursos, las campañas electorales, prácticamente a partir del 2004 (o incluso antes), se volvieron verdaderas batallas, ya no era un puesto político lo que se peleaban sino un botín, y en ese contexto buscaban aliarse con quienes mayores recursos les aportaban, no importaba el origen de esos recursos, y entonces llegaron las alianzas con intereses privados que apoyaban con el compromiso de cobrar cuando ya estuvieran en el poder, o intereses ilícitos que al ganar exigían su impunidad para operar, para crecer y para ampliar sus actividades delictivas en esos territorios; de esa manera a la corrupción e impunidad se sumó el creciente poder del crimen organizado y la INSEGURIDAD inherente.

4.- La clase política, como moderno Frankenstein, creo a un monstruo que ya no pudo controlar, ahora los criminales ya no sólo eran narcotraficantes sino incursionaron a todos los delitos, piratería, secuestro, robo, asalto, extorsión, etcétera y más adelante, ya no necesitaban apoyar campañas, ya podían decidir candidaturas y detentaban tal fuerza que en algunas zonas gobernaban y generaron INGOBERNABILIDADES.

5.- Como toda actividad económica, las altas utilidades del crimen organizado, mezclado con el poder político y hasta empresarial, generaron competencias y se inició una guerra entre carteles en donde de repente el gobierno parecía simple expectador, pero el ciudadano quedó inmerso en altos niveles de violencia; al cumplir el primer año de gobierno, Calderón declara: “Pensábamos que operábamos del apéndice y encontramos al paciente enfermo de cáncer”, refiriéndose a la delincuencia en México.

6.- Y a todo ese escenario se sumaba un sistema que conservaba la desigualdad regional con un sur pauperizado; el crecimiento del país se concentraba en regiones ya desarrolladas pero en estados como Chiapas, Oaxaca o Guerrero los niveles de pobreza continuaban altos; las crisis económicas durante el sexenio de Calderón limitaron a la economía mexicana, con lo cual a los problemas anteriores que no se solucionaban se le agregaban los de la DESIGUALDAD y la POBREZA que ya existían pero que empeoraban.

7.- En tanto, el nivel de la política tampoco mejoraba, las ambiciones ya no eran sólo de las personas sino de los partidos; ganar un espacio representaba negocios para muchos y entonces todas las decisiones eran tomadas en función de la siguiente elección; los gobiernos no se atrevían a nada porque representaría derrotas en comicios; nadie quería recaudar impuestos, se detuvo la construcción de un aeropuerto, la decisión de hacer una refinería se pospuso, se atoró y nunca se hizo; el PAN, a pesar de apoyar una reforma petrolera, no se atrevió en 12 años a proponerla abiertamente; se toleraban bajos niveles educativos, la política en lugar de ser política para el desarrollo se volvió una POLÍTICA PARA LAS URNAS y en ese camino no nos preparamos para crecer.

8.- Con esas condiciones: corrupción, impunidad, inseguridad, ingobernabilidad, desigualdad, pobreza y muchas otras, es entendible que los políticos tengan los más bajos niveles de confianza y de credibilidad; por ende, cuando un nuevo gobierno como el actual decide entrar a una muy retrasada etapa reformista, por más esfuerzos que hace para comunicar una esperanza en el futuro, la realidad y la urgencia de resultados lo supera y los ciudadanos se resisten al optimismo.

¿Cuál es la solución? No es sencillo, es fácil perder la confianza y difícil recuperarla, hay tres ex gobernadores presos y uno prófugo, muchos alcaldes detenidos y pienso que otros por detener; sin embargo, el problema persiste. Por lo pronto, el camino pasa por atender el ciclo de los problemas desde su inicio: garantizar la no impunidad, castigar a corruptos, hacer política de desarrollo aunque tenga costos electorales, atender las desigualdades regionales, crear espíritu de cuerpo en las instituciones de seguridad para que todas juntas combatan al crimen, etcétera.

La pregunta es: ¿Cuál queremos que sea el resultado de las manifestaciones ciudadanas actuales? Ojalá se logre un cambio en la relación gobierno-ciudadanos, un cambio que permita que los ciudadanos sean más escuchados, atendidos y entendidos. Un México ideal es donde los ciudadanos tengamos una cultura de la ley y el estado respete las libertades y los derechos humanos. Problemas siempre existirán, pero es distinto cuando vemos al estado como parte de ellos.